jueves, 24 de mayo de 2007

Fidelidad masculina y fidelidad femenina en la especie humana

La fidelidad o infidelidad en todos los casos tiene que ver con las características de crianza de cada especie

Somos la especie que invierte más tiempo y energía en la crianza de los hijos. Primitivamente una cría humana se podía independizar a los 12 o 13 años, la edad reproductiva comenzaba en ese periodo, y el promedio de vida era inferior a los 30 años, es decir que criar a los hijos insumía toda una vida

Cuando los leones se hacen cargo de una manada de hembras, lo primero que hacen es matar a todos los cachorros. Las hembras preñadas sufren abortos a causa del estrés y se interrumpen los celos. Con esto la naturaleza se asegura que los próximos cachorros serán hijos del actual monarca, y el motivo es muy evidente, para garantizar la supervivencia de la especies debe asegurar que los esfuerzos en criar y educar a la nueva generación se hagan sobro cachorros hijos de los ejemplares exitosos, es decir, los más aptos.
La crianza de los cachorros de león implica tener que cazar para alimentarlos, luchar para mantener a raya a los clanes de hienas (que pueden ser muy numerosos), enseñarles a cazar de manera eficiente, etc. Y si esto se hace sobre la base de los hijos del león que ha fracasado, quizás por debilidad física, quizás por bajas defensas contra enfermedades, se estará invirtiendo toda una generación de leonas para criar a una generación que probablemente perezca en poco tiempo.

En los humanos

Si esto sucede así entre leones, cuya madurez sexual y su emancipación se alcanzan en un breve lapso comparada con los humanos, imaginemos lo que sucede con nuestra especie, que invierte la totalidad de su vida en criar a la siguiente generación.
En el consultorio de psicoanálisis de una conocida nuestra, hace más de un año que una pareja intenta recomponer su relación luego de una infidelidad por parte de ella."Llevo más de un año trabajando con ellos y parece que el tema vuelve una y otra vez, no da la impresión de que pueda haber una solución al problema, la relación se caerá tarde o temprano" nos dijo en una oportunidad.
Sin embargo la infidelidad masculina no parece ocasionar daños tan severos, con un dialogo, con un tiempo de relación conflictiva, quizás una terapia breve, y las cosas se superan en la mayoría de los casos.
La respuesta está en nuestra naturaleza de animal que invierte mucho tiempo y energías en criar a la siguiente generación. A lo sucedido con los leones debemos agregar que en nuestra especie era el macho el proveedor, cosa que no sucede con el macho león. Y que como dijimos nuestra especie invierte toda su vida en asegurar su descendencia, por lo tanto una infidelidad femenina podía acarrear que el macho y la hembra estuvieran criando toda su vida hijos no aptos, el macho padre de esta cría podría haberse muerto de hambre a los 15 años por su incapacidad para cazar, y tanto la hembra como el macho de esta pareja estarían desperdiciando su vida en una cría genéticamente inviable.
La infidelidad masculina no acarrearía esas consecuencias porque la hembra que recibió los "cuernos" no se hace cargo de las crías de la otra.
Estos instintos están firmemente grabados en nuestra memoria genética ya que nos sirvieron para que nuestra especie sobreviva, y es por eso que no es fácil luchar contra ellos en una terapia psicológica.
Un trío HMH (aclaremos que está referido a hombre mujer hombre, no a hembra macho hembra) es menos común que un trío MHM (mujer hombre mujer). Un trío MHM es generalmente el más aceptado y deseado por las parejas y no deja secuelas negativas sino generalmente todo lo contrario, mientras que el HMH generalmente indica una relación de pareja algo floja, no muy sólida. Y es probable que la pareja que realizó ese trío HMH, por más que de la boca para afuera se manifiesta que fue fantástico, se disuelva tiempo después por "otros motivos", llámense que él deja el baño con el espejo empañado, que ella demora mucho en la ducha y no libera el baño al hombre, que él deja los zapatos por cualquier lado, que ella se cortó el cabello muy corto, etc. Es decir buscando explicaciones a algo que ninguno de los dos pueda manejar, que son los instintos, esos que caminan por dentro sin que en muchos casos se pueda ser consciente de ellos. Además en un trío HMH los dos hombres, al ser territoriales y competitivos, desarrollan un ritual de competencia entre ellos, más que una sexualidad de a tres estaríamos en presencia de una competencia de dos, con la mujer en medio como cancha de juego para desarrollar esa competencia. No olvidemos que en la competencia sexual masculina se encuentra la competencia por perpetuar su estirpe, por lo tanto difícilmente sean colaboradores y cooperativos sino todo lo contrario, serán siempre competitivos y la mujer será sólo una herramienta para esa competencia. La razón por la que algunas mujeres han practicado tríos HMH según hemos deducido por encuesas informales propias, es el temor a sentirse lésbicas si realizan un trío MHM. El tabú de que si una mujer se excita gracias a la presencia de otra mujer es porque es lesbiana, y el miedo a que "termine gustándole demasiado", hace que el sentirse entre dos hombres la tranquilice y pueda pensar "no soy lesbiana, soy bien mujer". De todos modos esto no es más que un error cultural, como veremos en el artículo dedicado a la bisexualidad femenina.

Por otra parte, la mortalidad de machos era muy común, no así de las hembras, por lo tanto ¿qué sucedía en aquellos casos en que un macho moría a causa de las heridas causadas por una presa luego de una cacería?. Si otro macho era lo suficientemente apto como para cazar por él y por su compañero muerto, la hembra que había quedado sola se acoplaba a la pareja y su sexualidad se conformaba en un trío MHM, por lo que comprobamos que los tríos MHM son bastante comunes en nuestra especie, cosa que no sucede con los tríos HMH, ya que era normal que un macho muriera cazando pero rara vez lo hacía la hembra, y en caso de quedar un macho solitario, el otro macho no compartía a su hembra por no críar hijos de otro. Esto de todos modos era prácticamente imposible, porque la relación que había de hembras sobrantes y machos escasos era abrumadora. Los tríos MHM que sean bien elaborados previamente a nivel pareja, suelen ser un canal donde la mujer se permite liberar sus energías bisexuales sin sentir temor a volverse lesbiana. No hay ningún caso de experiencias de tríos MHM que hayan resultado negativas, al menos nosotros jamás nos hemos topado con nadie que afirme que le desagradó la experiencia, y esto se debe a que este tipo de estructura sexual estaba presente ya en nuestros antepasados y es parte de nuestra evolución.

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