lunes, 21 de mayo de 2007

La Bisexualidad Femenina





Los Seres Humanos tenemos algo que nos diferencia de todas las especies, nuestra desarrollada sexualidad

Somos la especie más sexy de la naturaleza. Hemos evolucionado zonas anatómicas exclusivamente dedicadas al placer sexual. Tenemos cópula versátil en diversas posiciones y un cuerpo desprovisto de pelos que le da mayor sensibilidad al contacto. La sexualidad humana es única y merece ser estudiada, explorada y disfrutada de manera intensa y adulta.

El animal humano desarrolló una sexualidad muy intensa porque necesitaba mantener unida a la pareja para poder criar a unas crías que son las que tienen la infancia más larga de toda la naturaleza

Para poder pasar información de una generación a otra, y así utilizar la mayor parte posible del cerebro, la naturaleza traslado la maduración sexual humana de los 5 años que tenían nuestros antepasados arborícolas hasta la pubertad, y para criarlos se necesitaba de una pareja que no se disuelva

La estrategia que siguió la naturaleza fue la de que la hembra humana tenga siempre deseos sexuales, a diferencia de los demás animales está receptiva aún cuando no está ovulando

La bisexualidad femenina

Cuando los machos humanos salían de caza podían tardar a veces varios días en regresar, las hembras quedaban solas con la cría pero su naturaleza las obligaba a mantenerse excitadas, de modo que los machos regresaran y encontraran a sus hembras en celo, deseándolos

Es por eso que naturalmente las hembras son más de tocarse, y excitarse cuando hablan de sexo entre ellas, es decir, que la hembra humana tiene una natural tendencia a erotizarse con otras mujeres porque fue una herramienta de la naturaleza para cumplir su objetivo

Es común que entre hembras humanas se desarrollen conversaciones de sexualidad y que las mismas terminen excitándolas. Las mujeres entre sí, con o sin contacto, aún las que afirman no sentir ninguna atracción sexual por mujeres, se excitan en una conversación sobre sexo con mujeres o incluso se excitan al observar la ropa que trae puesta su amiga si es sexy.

En los machos humanos

Entre los machos la cosa era distinta, ellos necesitaban todas sus energías intactas durante al cacería o morirían por las bestias, por lo tanto cuando salían de caza no se erotizaban en absoluto, solo pensaban en cuando regresaran encontrarían a la hembra casi jadeando de deseo

Una mujer normalmente puede decirle a su amiga "esa blusa te hace unos pechos preciosos" pero un hombre difícilmente diga a un amigo "ese pantalón te hace un bulto precioso". Y es que la mujer aunque no lo asuma siente excitación viendo los senos de su amiga, cosa que no es así en el hombre dada la evolución que comentamos anteriormente.

Si analizamos las salidas de varones entre sí en la actualidad, sus conversaciones sobre sexo tienen más que ver con una cacería que con el sexo en sí. En las conversaciones de un bar surgen conquistas, logros, hazañas sexuales, es decir un pavoneo donde cada macho de la especie intenta demostrar sus habilidades como conquistador sexual, es decir exhibir sus trofeos de caza. Pero no hay excitación que surja de estas conversaciones, el objetivo de estos intercambios sociales entre machos humanos no es el de excitarse sino el de alcanzar mejores niveles de liderazgo como cazador, ya que en al actualidad el macho no sale de caza como antes, entonces se traslada el comportamiento de cazador al campo de las conquistas sexuales, exhibiendo las presas cazadas (la rubia que estaba en la oficina, la morocha que atiende el kiosco, etc.)

Mientras tanto una conversación de mujeres en un bar apunta a la sexualidad en sí. Las hembra efectivamente se involucran en al conversación a nivel hormonal, se lubrican y sienten deseos sexuales a medida que la conversación avanza, se miran los pechos y las piernas, los labios de las otras mientras hablan, hasta que alguna lanza la frase "bueno chicas cambiemos de tema porque ya estoy recaliente". Esto es así porque el mecanismo de excitación entre mujeres nos fue muy útil en nuestra evolución para poder sobrevivir y tener éxito como especie.

Como vemos en ambos casos, hembras y machos de la especie, las cosas se dan como fueron diseñadas por nuestra naturaleza. Somos lo que fuimos evolucionando y esas cosas no cambian fácilmente porque están grabadas en nuestra memoria genética.

La bisexualidad en la mujer actual

Se quiera o no, todas las mujeres son bisexuales, esto no quiere decir que sena homosexuales, la homosexualidad femenina o lesbianismo es la tendencia a formar pareja entre mujeres, no el deseo o excitación sexual que una mujer genera con otra pero que eso no quita que siga prefiriendo a un hombre para formar pareja y que siga deseando hombres para su actividad sexual. Generalmente la lesbiana detesta a los hombres o al menos les desconfía, y por eso forma pareja solo con mujeres, mientras que la bisexual n se enamora de una mujer sino que comparte con ella una amistad erótica de excitación, tal como sucedía evolutivamente en los tiempos primitivos, pero su objeto sexual final es el hombre y su conformación familiar es heterosexual.

El problema es que culturalmente se crearon tabúes respecto de la erotización entre mujeres, y se la comparó con la homosexualidad de los hombres o el lesbianismo de las mujeres, cosa que no tiene nada que ver, son caminos diferentes. La erotización entre mujeres aseguraba que la mujer se mantuviera sexualmente receptiva y deseosa en ausencia del macho que salía de caza, sin el riesgo de la infidelidad con otros machos, lo cual acarrearía la muerte de sus crías a manos del macho, como veremos en otra nota abordando el tema de la fidelidad humana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente!! por fin nos vamos enterando del porqué actuamos como actuamos, es una pena que tan pocas personas dediquen a estos temas la seriedad y profundidad que vemos en estos artículos

Anónimo dijo...

espectacular!!! didáctico y científico, felicitaciones!!