La evolución humana nos llevó a tener cópulas en posiciones diversas, a partir de ahí nacen los fenómenos de la auto imitación
Como dijimos, el paso de ser especie cuya sexualidad tenía fines reproductivos a ser especie cuya finalidad tiene fines post reproductivos, y el paso de la postura primate a caminar erguidos, conllevó una riqueza en las posturas sexuales que comenzaron a requerir de estímulos frontales.
Las hembras de las especies más cercanas a nosotros (chimpancés, orangutanes, etc) incitan al macho a la cópula en su época de ovulación, mediante la postura agachada frente a él, enseñando sus nalgas y la vulva hinchada y enrojecida.
El fenómeno de auto imitación, es decir que una parte del cuerpo evolucione para imitar a otra, puede verse en el desarrollo de los senos que imitan nalgas.
Otra señal de incitación sexual dijimos que era la imagen de la vulva hinchada y enrojecida, y aquí otra autoimitación, los labios humanos sufrieron una modificación, las mucosas labiales se volvieron hacia afuera, dando un aspecto vulvar a la boca femenina.
Si observamos los labios de los primates, sus mucosas están hacia adentro, los labios no se ven tan evidentes como los nuestros, dan aspecto de ser más finos, a menos que en un gesto vuelquen las mucosas hacia afuera.
Los labios humanos, y más los de la hembra, se volvieron pulposos, con aspecto de labios vulvares excitados, y para completar el panorama sexual, la hembra humana hoy los pinta dando un aspecto más cercano aún a una vulva de una hembra en celo. Claro, esto se hace de manera instintiva e inconsciente, pero lo cierto es que así es como funciona el mecanismo de la incitación sexual.

1 comentario:
hola sagi,s cuanta informacion ,!!!!es increible q de conductas tan cotidianas como esta una siga aprendiendo tantos secretos ..un beso y gracias por hacer de esta un informacion para compartir . she(silvina)
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